A él le apasiona la alegría que sienten sus pacientes al conocer que traerán un bebé al mundo. Además de palpar los frutos que ha alcanzado como uno de los directores del grupo médico más importante en medicina reproductiva a nivel mundial, por medio del cual ha podido devolverles la ilusión a cientos de personas que creían imposible el hecho de cargar a un hijo entre brazos; por ello, cada día se esfuerza porque el IVI Panamá cuente con diversas y sofisticadas alternativas para que más pacientes puedan lograr esta anhelada meta
Dulce Pérez Colmenárez| Fotos por Juan Vírgüez @capitolioproducciones
El Dr. Saúl Barrera tiene un hobbie que no todos conocen: siente un especial interés por la cocina, al punto de haber entablado varias conversaciones con su esposa Jisel para abrir un restaurante íntimo para la familia. Sin embargo, todavía hay algo que lo enamora mucho más: informar que una prueba de embarazo dio positiva.
Grata experiencia que inició cuando cursó la especialización en Medicina Reproductiva en el Instituto Valenciano de Fertilidad (IVI), ubicado en España, donde tuvo el placer de conocer a los doctores Antonio Pellicer y José Remohi, a quienes considera actualmente sus maestros.
Desde ese momento, forjó con estos importantes profesionales una estrecha relación, la cual floreció ampliamente en 2018, fecha en que recibió una llamada del Dr. Pellicer para proponerle la dirección del IVI Panamá. “Sin duda, una oportunidad que me trajo no solo grandes experiencias profesionales, sino que me acercó a ese sueño de permitirles a los pacientes lograr tener una familia”.
“Tengo un trabajo privilegiado que me permite, de alguna manera, ayudar a que más personas puedan vivir la extraordinaria experiencia de ser padres”
Meta que alcanza con altos estándares de calidad gracias a la trayectoria del grupo IVI; y es que cada una de sus sedes posee un amplio porcentaje de pruebas de embarazo positivas, lo cual convierte a este conglomerado médico en el líder mundial en temas de fertilidad, “cualidad que se fortalece con el uso de la última tecnología y un gran equipo humano con extenso nivel profesional, trayectoria y compromiso”.
Además de una gran constancia, esa que le ha permitido al Dr. Barrera recibir diversas frases de reconocimiento, tales como “gracias por ayudarme a seguir luchando y no dejar que me rindiera”; y es que cuando se logra el embarazo, los momentos difíciles que puede acarrear el proceso de fertilidad quedan atrás y, en ese instante, te das cuenta de que todo ha valido la pena.
Otros de los cariños que recibe constantemente este especialista es cuando sus pacientes escogen su nombre para bautizar al gran tesoro. “La primera vez que escuché: ´le pondré a mi hijo Saúl´, pensé que se trataba de una broma. Luego descubrí que, en efecto, era un hecho. Al principio sentí un poco de pena, ya que no me veía como merecedor de tan gran detalle. Después comprendí lo profunda y trascendental que puede ser la gratitud”.
“En abril de 2020, perdí a mi padre. No por covid-19, pero coincidió con la pandemia. Esto me permitió, como persona, aprender a vivir más los momentos y disfrutar de los seres queridos”
Esta agradable recompensa se deriva de años de investigación, pilar fundamental del desarrollo y crecimiento del IVI. “Constantemente se están desplegando ensayos clínicos, cuyos resultados se traducen en beneficio directo para nuestros pacientes. Como ejemplo podría mencionar la implementación de la inteligencia artificial (IA) en algoritmos para mejorar la selección de embriones. En el caso de la medicina regenerativa (cuyo objetivo es restaurar el ambiente biológico), la IA permite imitar y acelerar los procesos restitutorios propios del organismo”.
Y justamente hablando de esta última especialidad, el Dr. Barrera nos comenta que el plasma rico en factores de crecimiento se ha convertido en la punta de lanza de la medicina regenerativa. “El uso de esta tecnología novedosa tiene alentadores resultados en el tratamiento de endometrios refractarios, insuficiencia ovárica prematura y baja reserva ovárica”.
Durante la pandemia, estas excelentes posibilidades se siguieron ofreciendo con altos estándares de bioseguridad. “Fue un gran reto adaptar nuestros protocolos a la realidad que vivía el país y desarrollar distintas estrategias para seguir prestando el servicio de calidad que nos caracteriza”.
“Hace años algunos, varios colegas formaron la Asociación Panameña de Medicina Reproductiva (Aspamer). Juntos seguimos trabajando muy fuerte para darle visibilidad y solución al tema de la fertilidad, el cual sigue siendo un tabú tanto a nivel local como mundial”
Otro gran desafío que enfrentó recientemente este especialista fue trasladar toda la operatividad del IVI Panamá a The Panama Clinic en Pacific Center. “Lo resumo como un movimiento estratégico, pues cuando tuvimos la oportunidad de conocer el proyecto, además de los detalles referentes a infraestructura, tecnología utilizada y calidad de servicios, fue fácil tomar la decisión de mudarnos. El reto es seguir creciendo, desarrollar el turismo médico en lo que a medicina reproductiva se refiere y estar más cercanos a nuestros pacientes”.
Grandes logros que, sin lugar a dudas, se han obtenido gracias a la habilidad de crear un excelente equipo de trabajo. “El secreto es rodearte de personas que compartan los mismos objetivos y tengan la misma visión. Tengo la suerte de contar con la Dra. Mayka Morgan y la Lic. Ana Palma, con quienes me apoyo en todo momento”.
Ahora, mientras el Dr. Barrera sigue cosechando éxitos profesionales, todavía ojea una que otra receta culinaria para crear un ambiente mágico, que le permita conectar aún más con su familia. “Ojalá me alcanzara el tiempo para hacer todas las cosas que quisiera. Además de todos los proyectos que tengo en el IVI, también anhelo en enseñar tenis a mis hijas —como mi padre hizo conmigo—. ¡Eso me daría mucha felicidad! También deseo aprender algo de música, tanto que el año pasado adquirí una guitarra eléctrica; pero, como todo, se requiere de tiempo y dedicación. Espero, en algunos años, tocar algo con mis hermanos”.
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