Estoy segura de que este año, para todos, ha sido un momento de resiliencia y reflexión. Yo recién estaba comenzando con este nuevo espacio -propio de la revista AUNO- y vino el año 2020 para sorprendernos a todos. Desarrollar el concepto de Ladybrid es, para mí, un sueño hecho realidad. Además, ya tenía listo mi itinerario de viajes por el mundo para traerte las mejores recomendaciones sobre moda, belleza y salud, pero durante 6 meses quedé confinada en mi hogar, sin poder ver a mis familiares y mis amigos.
Fotos por Darío Moreno @dariomorenoc
Maquillaje: @itziakbeauty
Estilismo: @divinamenteguillemontiel
Este movimiento es para todas las mujeres que rompen con los estereotipos y que, además, se consideran únicas, irrepetibles e inigualables
Al principio fue difícil, pero me di cuenta de algo bastante sencillo y a la vez impactante: “El ser humano no puede estar a solas sin hacer nada, porque tiene miedo de conectarse con sus fragilidades”. El mundo nos tenía tan ocupados con expectativas, obligaciones, quehaceres que, al señalarnos que ya no podíamos hacer nada de lo cotidiano, nos alteró mentalmente.
Así que seguro has hecho miles de cosas durante este tiempo; yo, por ejemplo, pasé un momento viendo películas hasta que encontré un interesante film, basado en hechos reales, el cual me hizo recordar que Miss Mundo era el programa de televisión más visto del planeta, con más de 100 millones de espectadores. En 1970, el movimiento por los derechos civiles y contra el apartheid tomaba las calles de Estados Unidos y en Sudáfrica. Además, durante esa década, la liberación de las mujeres comenzaba a levantar el puño en Gran Bretaña. De todo este paseo trata la película Misbehaviour, y que recientemente analizaría más de cerca.
Esto debido a que abandoné la etapa de ver solo películas durante la pandemia, para hacer actividades un poco más profundas como cursar estudios virtuales, a fin de aprovechar el tiempo para seguir educándome.
Hace poco recibí mi constancia de haber cursado, en la Academia de Líderes Católicos, el diplomado Mujer en la Vida Pública: Feminismos, Género e Identidad Católica en el siglo XXI. Dentro de esta instrucción, analizamos las distintas olas de feminismo que han pasado a través de los años. Me llamó mucho la atención de que la primera acción dentro de este ámbito fue en el área del sufragio, a fin de promover la dignidad de las mujeres en la sociedad y en la iglesia, parte de lo tratado en la película Misbehaviour, donde también se rescata la historia sobre la primera vez en que una mujer negra, Jennifer Hosten, gana el certamen.
Y es que reconocer los derechos de la mujer que, en esos momentos estaban bastante invisibilizados, más allá de buscar el derecho a un trabajo justo, la libertad de votar o de hacer público lo que antes era privado, el mensaje real era encontrar la convivencia entre todos, como seres humanos que habitamos esta tierra.
La primera generación feminista buscaba el bien común: la construcción profesional, personal y espiritual de cada persona hasta llegar a su plenitud. Hoy en día, los movimientos van un poco más dirigidos a un derecho individualista; por eso, me encanta la idea de regresar a lo básico, pues siento que esta enseñanza es lo que nos ha querido mostrar esta pandemia.
¡A convivir dignamente y a cuidarnos entre todos!
Dentro del diplomado, conocí a Paulina Amozurrutia, una profesional y encantadora mexicana que es la coordinadora de un movimiento llamado Unión Mujer, un espacio de encuentro en el que las mujeres se forman, se retroalimentan y se potencian, tomando en cuenta su historia de vida hasta encontrar su plenitud.
Aquí se busca impulsar un nuevo movimiento feminista: propositivo, complementario con el hombre, en donde la mujer encuentre la plenitud en la armonización de sus áreas profesionales, laborales, familiares, personales con las trascendentales.
Este movimiento es para todas las mujeres que rompen con los estereotipos y que, además, se consideran únicas, irrepetibles e inigualables. Me sentí tan identificada con esta comunidad que no demoré mucho en hacerme parte de ella.
Muchas veces he sido criticada por mi forma de proyectarme: he estado en el Vaticano junto al Papa Francisco, ayudando en la evangelización y compartiendo la fe; y, en otras ocasiones, he estado haciendo campañas de modelaje, viajando para presenciar varias Semanas de la Moda y así charlar sobre el fashion o dictar consejos como reina de belleza. Esa soy yo, una chica que constantemente se está construyendo en el ámbito profesional, personal y espiritual, buscando equilibrar cada una de mis áreas, como seguro lo hacían aquellas primeras feministas.
¡Es verdad! Tal vez estamos en diferentes circunstancias, pero anhelando la misma igualdad en dignidad, para así lograr una mejor sociedad. De esta forma, busco sentirme plena desde adentro hacia afuera, como muchas mujeres lo están haciendo actualmente. Cada una llevando sus propias cuentas.
La vida ya no es blanca o negra, pues tiene muchos matices. Unión Mujer es un espacio creado para que las mujeres puedan vivir en paz, con el hombre, la naturaleza y la humanidad, sin dejar de ser ellas mismas. Unión Mujer inspira a que las chicas promuevan su plenitud y fortalezcan su desarrollo de una manera estructurada.
Por eso hoy te invito a regresar a lo básico, tocando lo esencial y que te permita construirte desde adentro hacia afuera; pues mi intención no es polarizar, sino que todos podamos transcender.
Me encantaría leerte en los comentarios de esta nueva plataforma digital o dialogar en mis redes sociales, a fin de que podamos seguir colaborando mutuamente para llegar a ese tan esperado bien común, que tanto pidieron nuestras primeras feministas.
Conoce más en:
Agradecimientos especiales a:
Comments