
Manifiestoesto
Humberto Pappaterra
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Si de vivir la experiencia de Casco Antiguo se trata, no hay mejor forma de hacerlo que través de su arquitectura
Humberto Pappaterra | Fotografía por Juan Vírgüez @capitolioproducciones

Casa AcoModo:
¡El placer de vivir una historia tropical auténtica!
En mis numerosos paseos por el Casco Antiguo, siempre me he topado con edificaciones maravillosas que despiertan la curiosidad de cómo será el vivir tras sus puertas, asomarse por los balcones llenos de buganvilias o veraneras, y ver el pasar de la gente por sus estrechas calles. Las fachadas siempre conservadas y restauradas sin importar el paso del tiempo, lo que te da la magia de teletransportarte a los comienzos del siglo XX.
Mi inquietud estaba en conseguir entrar a alguna de estas viviendas que mantuviera su estructura de hogar habitable y que no hubiese sido ampliamente modificada. Fue así como me topé con Casa AcoModo, cuya reconstrucción fue concebida pensando en mantener su fachada tal cual como la original, desarrollando sus espacios internos como fielmente se vivía para 1918.
Sus protectores me comentan que fue habitada por una familia y luego se convirtió en la sede de la primera escuela privada del área: Casco School. Aun así, no hubo modificaciones, se preservaron sus espacios tal y como fue concebida: un hogar para vivir en las calles tropicales de este centro histórico, que ahora puedes reservar para disfrutar de momentos inolvidables por medio de la plataforma de AcoModo Rentals.
Su modesta entrada se abre para recibirte en un foyer de pisos de mosaico hidráulico en damero de colores vibrantes, que dan paso al patio interno de la vivienda. Este se levanta en paredes de calicanto que dejan entrar la luz y la ventilación a todos los espacios, para hacerte sentir en la fresca intimidad que integra todas las áreas.
Al subir las escaleras de madera, perfectamente conservadas, te recibe un porche con cerramiento de romanillas caribeñas, por donde la luz y el viento pasan controlados; pero, a su vez, se abren de par en par para disfrutar de las acogedoras vistas del patio interno. Sin duda, ¡uno de mis espacios de contemplación favoritos de Casa AcoModo!
Al cruzar el porche, ingresas a un espacio mágico a doble altura, rodeado de ventanales de romanillas de madera, que se abren hacia un balcón en esquina, que te regalan una de las bondades más apreciadas de Casco: sus vistas a la calle, el pasar de la gente y la estrecha relación con su arquitectura.


En este ambiente amplio y luminoso, de techos altos a dos aguas, se desarrolla el comedor y el estar: un espacio para vivirlo sin querer salir de él. El comedor remata en una puerta doble y unas escaleras que te llevan a un área íntima a manera de ático, que se asoma sobre el comedor y que tiene una ventanilla hacia el patio interno, el cual baña la zona con luz y claridad. ¡Lugar perfecto para la lectura y el pensamiento creativo!
Pero la sorpresa aparece al abrir la puerta doble que remata al comedor: la cocina, la cual fue concebida con piso de mosaico hidráulico en damero, que se desarrolla entre una ventana hacia el patio interno y un ventanal hacia la calle. Gracias a su perfecta luz y ventilación cruzada, que bañan de claridad sus muebles de estética de 1960, ahora sientes que has viajado en el tiempo sin perder el confort de lo contemporáneo.
Disfrutar de placenteras habitaciones y espacios increíbles me hicieron vivir fielmente la experiencia de Casco Antiguo sin pretensiones, con comodidad y, lo más importante, con la experiencia y la magia de lo auténtico.
Casa AcoModo es, sin duda, un ejemplo de la elegancia, de lo modesto y el placer de vivir una historia tropical auténtica, a través de la conservación y el enaltecimiento de lo nuestro.
Agradecimientos especiales a:
