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Any Marín: “Valentino es como mi hijo”

Ella es una personalidad muy querida gracias a su autenticidad y, sobre todo, porque sus recomendaciones en el mundo de la moda y la belleza marcan tendencia. Así como los tips sobre la ropa, accesorios y educación que recibe Valentino, lo cual llama la atención de sus admiradores, pues ven en este bebé perruno a toda una mascota fashionista


Dulce Pérez Colmenárez | Fotos por Juan Vírgüez | @capitolioproducciones

Any sabe que, para algunos, puede ser excéntrico humanizar a los animales, pero la verdad es que siente a su mascota como a un hijo


Al principio, Any no deseaba tener un perro machito. Tanto era así que ya sea había visualizado el nombre de su mascota: Chanel, pero cuando fue a buscar a su Yorkshire terrier toy (raza mejor conocida como Teacup Yorkie) se llevó una gran sorpresa: solo quedaba un cachorro, a quien llamó Valentino, por ser una de sus marcas preferidas de zapato.


Así fue como descubrió que una de las maravillas del mundo era disfrutar de un machito perruno, que posa simpáticamente con los lazos que le hace usando las cintas de sus productos de alta costura.

Valentino, además de tener un style impresionante, también es todo un caballero y jamás desobedece a su mami, quien lo ha educado espléndidamente. “Él es un perro buenísimo y jamás ha hecho algún desastre… Solo una vez, recién llegado a la casa, que se orinó la esquinita de mi cama, así que lo regañé y desde ese momento se ha portado muy bien”.

Otras de las cosas que le encanta hacer a Any con su bebé perruno es disfrazarlo, sobre todo para su cumpleaños. “A él no le gusta mucho, pero yo disfruto hacerle su fiesta temática, además de vestirlo acorde con el motivo. Una de los cumples que más me gustó era alusivo a la película Toy Story. La escenografía fue perfecta, aunque la cara de Valentino era fatal… creo que lo odió”.


Además de disfraces, este yorkie tiene dos camas tipis espectaculares, un playroom con un kenner gigante, muchos juguetes alusivos a sus cumpleaños, un salvavidas encantador, una pañalera, un poncho y botitas para la lluvia, vestimenta de invierno (para que no se enferme), ropa para hacer ejercicios y, lo que no puede faltar, una pelota de tenis que ama con locura.


En cuanto a sus cuidados, Any enfatiza que los Teacup Yorkie son mascotas muy delicadas, pues sufren de los ojos y orejitas, sin contar que su pelaje arrastra todo lo que se encuentre por su paso. “Después de salir, debes limpiarlos muy bien. Con relación al pelo, si está largo, debes amarrarle la pollina para que sus ojitos no empiecen a padecer. En mi caso, después de varios cortes, decidí hacerle a Valentino uno superrebajado, pues es muy práctico y ya no se ensucia el pelaje cuando va al baño, además que se ve más cachorro y muy guapísimo”.


Con relación a la alimentación, al ser muy delicados del estómago, lo ideal es que sea a base de pienso. “Es muy importante llevarlos a sus chequeos médicos, ponerles todas sus vacunas y brindarles todas las atenciones necesarias. Uno de los mejores servicios, para mí, es el que ofrece American Pets de la calle San Francisco”.


En cuanto a su entrenamiento, que luce a través de divertidos videos en su Instagram @valentino.yorkiecup, Any nos confiesa que su cachorro no fue a ninguna escuela especial, sino que ha seguido al pie de la letra sus instrucciones. “Es un perro muy inteligente al que logré educar muy bien leyendo varios textos sobre la materia. De esa forma aprendí que hay dos maneras de entrenar a los canes: con regaños o recompensas. Esto quiere decir que, si al llegar a la casa viste que tu mascota hizo un desastre, no vale mucho la pena amonestarlo, pues no entenderá qué acto inadecuado cometió y le estarás dando un mensaje equivocado. En cambio, si viste al momento que realizó algo que no estuvo bien, allí sí lo debes corregir”.

Lo mismo aplica cuando hace algo bueno, pues, al recibir un premio al instante, sabrá que esa conducta es la adecuada. “Así fue como Valentino aprendió a dar la pata, sentarse, acostarse y ejecutar otras órdenes. Todo gracias al uso apropiado de señas, palabras, castigos y recompensas”.


Any sabe que, para algunos, puede ser excéntrico humanizar a los animales, pero la verdad es que siente a su mascota como a un hijo. “A él le doy todas las atenciones que le das a una persona que necesita absolutamente de ti. Valentino no puede alimentarse, bañarse o pasear solo; por eso siempre estará a mi lado. Además, disfruto mucho su compañía y, sinceramente, no me imagino la vida sin él”.


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