Carmen Jaimes: La magia de la hospitalidad de lujo con alma y propósito

Hay quienes ven la recepción de un hotel como un simple proceso, un saludo formal, un check-in eficiente… pero en el universo de Bristol Panama, Carmen Jaimes, como su front of the house manager, entiende que la hospitalidad es un arte en el que cada mirada, gesto y detalle construyen un vínculo que trasciende la estancia. Así que su liderazgo, cercano y genuino, se enfoca en convertir cada día en una oportunidad para hacer sentir a los huéspedes como en casa, con la calidez que define el verdadero lujo

Dulce Pérez Colmenárez. Fotos por Luis Gómez @gomezsufilms

“Creo en liderar desde el ejemplo, crear un entorno donde cada persona se sienta escuchada, valorada, motivada a crecer”, comparte Carmen Jaimes con una sonrisa que refleja la seguridad de sus palabras. Para ella, esto no es solo una filosofía de gestión, sino un estilo de vida, porque cuando el equipo se siente apoyado, esa energía se transmite en cada interacción, lo que genera experiencias que dejan huella en quienes cruzan las puertas de Bristol Panama.

El arte de anticiparse a las emociones

La hospitalidad es mucho más que atender pedidos o gestionar reservas. Para Carmen, como su front of the house manager, se trata de leer las emociones, intuir lo que alguien necesita antes de que lo pida. “Me encanta cuando un huésped entra con la tensión del viaje y, en cuestión de minutos, lo ves relajarse y sentir que está en el lugar correcto”.

Es ahí donde radica la magia de su trabajo: transformar cada encuentro en un momento de bienestar genuino, donde la autenticidad y el compromiso con los detalles son esenciales. “Escuchar activamente, anticiparse a las necesidades y responder con calidez son parte del arte de la hospitalidad que nos distingue. Cada interacción es una oportunidad para reflejar un espíritu cálido y hacer que nuestros huéspedes se sientan verdaderamente bienvenidos”.

Para lograr este encanto, hay que tomar en cuenta que la industria hotelera demanda organización, rapidez mental y una actitud resiliente, por lo que Carmen ha diseñado su propia fórmula para conservar una actitud siempre positiva. “El deporte, la naturaleza, los momentos de desconexión… todo eso me permite recargar energía y mantener la claridad para tomar decisiones”.

“Mi liderazgo es empático, participativo y orientado al servicio. Creo en liderar desde el ejemplo y en desarrollar un entorno donde cada integrante se sienta escuchado, valorado y motivado a superarse. En una propiedad como Bristol Panama, donde cada detalle importa, liderar también significa inspirar al equipo a vivir la hospitalidad con autenticidad, compromiso y orgullo”

Como se puede ver, la inspiración es parte de su estrategia para transmitir seguridad y empatía en cualquier situación. “Además, la organización y la planificación son clave: priorizo tareas y delego, asegurando que el equipo esté respaldado y que cada desafío se gestione de manera proactiva”.

Otro de los aspectos focales de Carmen es ver evolucionar profesionalmente a sus colaboradores, algo que se ha convertido en uno de los hechos más gratificantes de su carrera. “Acompañar su desarrollo, celebrar sus logros dentro y fuera del hotel, y mantener ese vínculo más allá de las fronteras es una fuente constante de orgullo”.

Y ante los momentos difíciles, Carmen nos comenta que su secreto es escuchar con atención, ponerse en el lugar del otro y buscar soluciones inmediatas. “Mi objetivo siempre es transformar una situación tensa en una oportunidad para generar confianza. En Bristol, cada queja se trata con seriedad, pero sobre todo con humanidad y un genuino deseo de perfeccionar la experiencia”.

De esta forma, Carmen demuestra continuamente su deseo de hacer mejor cada actividad, buscando innovar y contribuir al crecimiento del Bristol como referente de hospitalidad panameña. “Me apasiona crear momentos memorables y ser parte de un equipo que representa la hospitalidad de lujo de Panamá con orgullo y dedicación; me encanta entrenar al equipo como embajadores de la marca y del país, ¡es lo que me impulsa a seguir aprendiendo y evolucionando!”.

Tecnología con alma: la evolución sin perder la esencia

El mundo cambia, los procesos se automatizan, pero hay algo que nunca debe perderse: la calidez del contacto humano. “La tecnología nos permite ser más ágiles, pero jamás reemplazará el poder de una sonrisa sincera”; y es que, en Bristol Panama, la eficiencia opera al servicio de la conexión real, permitiendo que cada huésped sienta que su estancia va más allá de un simple alojamiento: es una experiencia hecha a la medida.

Además de liderar desde el ejemplo y crear un entorno donde cada integrante se sienta escuchado, valorado y motivado a superarse, Carmen promueve una comunicación abierta y un ambiente de apoyo. “Reconozco los logros individuales y colectivos, por lo que organizo espacios para compartir experiencias y aprendizajes, con el fin de fortalecer el sentido de pertenencia y colaboración […] Me aseguro de que cada miembro del equipo reconozca su impacto en el resultado colectivo y entienda lo importante que es su contribución para el éxito del grupo y del hotel”.

“Diseñamos procesos eficientes para garantizar tiempos óptimos, pero sin sacrificar la cercanía. La formación continua y el desarrollo de habilidades blandas son parte de nuestra estrategia para que cada interacción conserve el toque humano que define la experiencia Bristol”

Y aprovechando sus años de experticia, le pedimos un consejo para los que se inician en el mundo de la hospitalidad. “Amar, servir a los demás y disfrutar la oportunidad de crear vivencias memorables son el corazón de esta industria. Esta profesión no solo se trata de procesos, sino de vocación. Conectar, hacer que alguien se sienta especial. Si amas eso, todo lo demás llega por añadidura”.

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@bristolpanama