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Diego Lozano Vara: Un líder de impacto

Observar su hoja de vida es reconocer a un profesional apasionado por el mundo de la hospitalidad, donde ha tenido la dicha de desarrollar una interesante carrera gerencial. A pesar de su corta edad, sabe que el secreto de una organización está en su gente; por ello, no duda en influir positivamente en sus colaboradores, enseñándoles a potenciar sus virtudes y liderando con el ejemplo. Así se erige la filosofía del nuevo gerente general del Bristol Panamá



Dulce Pérez Colmenárez. Fotos por Juan Vírgüez


Diego Lozano es el último en cenar y el primero en llegar a las oficinas del Bristol Panamá, costumbre que fue adquiriendo a través de sus experiencias por diversas propiedades ubicadas en zonas tan exóticas como Camboya, Asia, o tan concurridas como Las Vegas, EE.UU. “En la hotelería, todos tenemos una misión. En mi caso, liderar y apoyar a mi equipo para que creemos experiencias genuinas e incomparables para nuestros huéspedes, valor que seguiré desarrollando en este nuevo reto profesional”.


Logro que ha alcanzado en tan corto tiempo y que se debe a su gran poder de determinación. “Tener la responsabilidad de liderar Bristol Panamá es un gran orgullo y una gran responsabilidad. La oportunidad de haber trabajado en varios continentes también me ha brindado la capacidad de entender la multiculturalidad, saber cómo motivar y desarrollar a cada miembro del equipo”.


“Para mí, en un hotel AUNO, te sientes cuidado y especial desde que llegas a la propiedad. Su personal te reconoce por tu nombre, sabe quién eres y comprende tus preferencias hasta en la forma en que las deseas”

Historia de éxito que inició dentro de las instalaciones del Glion Institute of Higher Education, Suiza, unas de las mejores escuelas internacionales del mundo de la hospitalidad donde se graduó con honores como Business Administration in Hospitality Management. Aquí tuvo la dicha de estudiar en un ambiente donde se desenvuelven más de 120 nacionalidades, lo cual es increíble a la hora de trabajar en un ambiente de negocios global como el de la hotelería, que tiene muchos puntos de vista diferentes.


“Después de graduarme, comencé una emocionante aventura profesional en MGM Grand Hotel & Casino Las Vegas, donde el desafío era brindar una atención personalizada a una gran masa de personas, ya que estamos hablando de 6.000 habitaciones con una rotación de casi 3.500 check outs diarios, y les digo que… ¡sí se puede lograr! En este tipo de negocios, alcanzar este paso es fundamental, ya que es la vía para hacer que el huésped desee volver a la propiedad con ansias de vivir nuevamente una experiencia mágica”.


“En hotelería, lo más difícil es lograr ofrecer una experiencia genuina e individualizada en conjunto como equipo; y lo más gratificante es alcanzar este desafío”

Además de Las Vegas, otra de las prácticas más enriquecedoras de Diego fue en el Belmond La Résidence d’Angkor de Camboya, Asia, donde aprendió a liderar equipos de trabajo. “Aquí entendí lo primordial que es comprender a tu gente para sacarle el máximo partido. Esta cultura tiene un dicho: ´Mostrar a tus colaboradores cuánto te preocupas por ellos antes de demostrarles cuánto sabes´. Esta se convirtió en una filosofía y ética de trabajo que me ha acompañado a cada rincón donde he ido”.


México fue otro destino de Diego, específicamente, la Riviera Maya, donde laboró en Maroma, A Belmond Hotel, una propiedad de ultralujo con tan solo 63 habitaciones a la cual le guarda mucho cariño, gracias a los grandes aprendizajes que tuvo de la mano de enriquecedores mentores. “Tras cuatro años en México, tuve la oportunidad de seguir creciendo con Belmond en Lima a cargo del Miraflores Park como Hotel Manager. Un gran reto especialmente en los momentos tan difíciles que vivía el hotelería; sin embargo, esto fue también una oportunidad para potenciar la propiedad, elevar el servicio y trabajar en muchos proyectos para mejorar la experiencia de nuestros huéspedes”.



Ahora, en Bristol Panamá, tiene varias ideas para seguir posicionando la marca como el mejor hotel de lujo de nuestra ciudad. “Los próximos meses van a ser apasionantes y nos enfocaremos en rediseñar y elevar la experiencia del huésped para llevarla al siguiente nivel; para ello, vamos a trabajar mucho con nuestro equipo de liderazgo y ejecutivo, a fin de demostrar la verdadera hospitalidad panameña”.


Es encantador saber que este hotel ya planifica cuidar el trato de sus visitantes desde antes que lleguen a la propiedad hasta su salida. “Vamos a desarrollar muchos proyectos que seguro fascinarán a nuestros huéspedes, ya que trabajaremos en cada uno de los momentos de la experiencia desde su llegada, habitaciones, restaurante, spa, piscina y en cada una de las áreas del Bristol. El concepto del lujo ha evolucionado en los últimos años de aspectos tangibles a intangibles, de ahí el énfasis en que esta propiedad sea la referencia del lujo panameño en Ciudad de Panamá”.


Y mientras asume este gran desafío, Diego espera tener un poco de tiempo dentro de su apretada agenda para conocer el archipiélago de San Blas y dejarse llevar por una de sus pasiones: la gastronomía, por lo que sueña ir probando nuevos platos que brillen con la magia panameña.


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