Ha logrado plasmar sobre el lienzo y la escultura sus visiones de la vida de una forma tan singular, que cada creación se ha convertido, en varios países, en grandes obras que merecen ser atesoradas
Dulce Pérez Colmenárez. Fotos por cortesía del artista
J. Romano, como se conoce artísticamente, ha sido fotógrafo y pintor hasta lograr consagrase como artista plástico a través de obras expresionistas y abstractas, que han obtenido premios regionales y nacionales en Venezuela, su país natal, lo que demuestra su calidad como creador.
Su estilo nace justamente de la fotografía, arte que le permitió entender la composición, el contraste, el peso visual, la profundidad e incluso la textura. Todavía, en su taller, conserva una ampliadora fotográfica profesional que se niega a desterrar, ya que piensa que —en algún momento— le puede sacar una utilidad artística.
Sin embargo, no solo resguarda esta pieza, sino que le encanta reciclar los materiales que están a su alrededor, además de sus ideas y anécdotas, sin dejar de lado la investigación artística a la hora de probar nuevos trazos, paletas de colores y composiciones.
Esta búsqueda lo ha llevado a experimentar nuevas disciplinas como la escultura, lo cual le ha permitido consagrarse como un artista multifacético que arribó a Panamá hace más de seis años para seguir desarrollando su talento.
En nuestro país, ha participado en exposiciones grupales y presentaciones en subastas, tales como la Subasta del Museo de Arte Contemporáneo (2020-2021), la organizada por las Damas de San Felipe y el Despacho de la Primera Dama (2021); además de trabajos continuos en importantes fundaciones como Oír es Vivir y Pro Niñez.
También, hace un año, tuvo la dicha de participar en la exhibición Línea de vida en la Galería Habitante a través de una colección de esculturas (y obra digital bidimensional) que muestran movimientos cinéticos y las perspectivas del artista sobre la vida humana desde su interior.
En esta exposición, presentó piezas de moldeado en calor con colores vibrantes, y pinturas de técnica cinética en movimiento. Nos confiesa que, al crear las figuras geométricas, pensó en lo que “somos como seres humanos, quienes tienen constantes altas y bajas a través de diferentes experiencias. Sin embargo, a pesar de las circunstancias, las personas siempre buscan ser la mejor versión de sí mismas”.
Además de esta incursión, recientemente, participó en State of Arte del Luxury Avenue del Multiplaza Panamá, la exposición colectiva de arte en la Universidad Interamericana de Panamá y una exposición individual en Salotto’s Jazz Restaurant.
En estas actividades, ha resaltado su serie Derretido Retro, que define como una lectura a la obra plástica de la década de los setenta, la cual se derrite como una “forma de hacer un símil a lo que sería nuestras buenas costumbres y forma de vida en aquellos años donde existía más respeto por el prójimo y por uno mismo”.
Al ver esta colección, vemos líneas de diferentes tonalidades —en algunos casos discontinuas o con rupturas— que expresan nuestro paso por la vida y emociones, formas con las cuales también logra expresar el cambio de color del alma, “porque creo que a las personas les puede cambiar dicho tono para bien o para mal. En cuanto al significado del derretido, es un modo de demostrar cómo se está disipando la sociedad y nuestras costumbres”.
Por esta razón, al tener una bella obra de esta serie, verás cada día cómo “debes mantenerte en alto siendo la mejor versión de ti mismo, además de articularlo ante tu entorno, porque la familia para mí es el núcleo más importante”.
Al mismo tiempo de promocionar esta colección, Romano se prepara para participar en la próxima subasta de la Fundación Oír es Vivir y del Despacho de la Primera Dama, además de una exposición de arte en EE.UU. y divinas esculturas que serán los premios, por segundo año consecutivo, del Concurso Nacional de Oratoria.
Y mientras sigue trabajando en su evolución profesional, Romano sueña con hacer un trabajo en gran formato que pueda ser apreciado en un museo a cielo abierto. “Para lograr cada uno de mis anhelos, vivo en constante investigación en las áreas de la fotografía, dibujo, pintura, arte digital y escultura, a fin de seguir fusionando lo que manejo para enriquecer aún más mi lenguaje plástico”.
Así Romano va dejando en cada una de sus obras un pedazo de sus pensamientos, sentimientos e indagaciones. “Al ver que mi esfuerzo se ve en el premio que entrega el presidente al ganador del Festival Nacional de Oratoria o que reposa en el lobby del edificio más emblemático de Panamá como lo es la Torre F&F, solo puedo pensar que cada trazo y estudio ha valido la pena”.
Conoce más en:
Instagram: @galeriaromano
Página web: https://www.cuanto.app/galeriaromano
Romano se ha dedicado al mundo artístico desde muy joven, incursionando en la fotografía artística, luego en las artes plásticas y ahora en la escultura, desde donde explora las diversas realidades del interior del ser humano, su comportamiento, necesidades y emociones
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