Una excelente manera de inaugurar la primera edición de + Salud de este año 2024 es centrándonos en el cumplimiento de propósitos. Así que, esta vez, he decidido dirigir la atención hacia las prácticas deportivas; ya que, al cerrar un año e iniciar otro, la mayoría de las listas de objetivos incluye el deseo de llevar una vida más saludable
Karina Romero. Fotos por Luis Gómez @gomezsufilms
Imaginémonos juntos en la última semana de 2023, en la que hemos disfrutado de cenas especiales, brindis y muchos placeres culposos que atraen hasta los más fitness. De repente, al final de estas semanas de excesos, nos damos cuenta de que nos sentimos un tanto pesados y cansados. Es entonces cuando decidimos que esta rutina festiva diaria no es sostenible a largo plazo y decimos: “¡Basta, es hora de un cambio!”.
Al iniciar 2024, nos encontramos con dos opciones: procrastinar o dejarnos llevar por el impulso y la motivación. Abrazamos la segunda opción con determinación y nos inscribimos en el gimnasio, consultamos con nutricionistas y hacemos nuestras compras de outfits y suplementos. Sin embargo, luego de unas semanas, nos enfrentamos al desafío de mantener un estilo de vida saludable. Muchos lo consideran un esfuerzo, y comentan que la vida diaria ya es bastante desafiante como para privarse de los placeres simples.
Ahora bien, ¿cómo hacemos para convertir nuestros propósitos de ejercicio en hábitos duraderos y no solo en metas efímeras? Con más de 15 años de experiencia a través de Wellness Solutions, hemos guiado a empresas y clientes en su búsqueda por conseguir una vida más saludable. Me complace compartir algunas estrategias bullet proof que hemos implementado para alcanzar el éxito:
Define tu propósito. No se trata simplemente de un “tengo que” bajar cierta cantidad de libras o de seguir una recomendación médica. Cuando comprendes para qué estás entrenando y qué esperas lograr, es más probable que mantengas tu compromiso a largo plazo, incluso en los momentos de desafío.
Establece metas realistas y alcanzables. Fija objetivos que sean desafiantes pero realizables, reconociendo cuáles son tus límites y adaptando tus metas a tu estilo de vida y capacidad física. Toma en cuenta que, si es algo nuevo para ti y te fijas una meta muy ambiciosa, tienes la oportunidad de adaptarla a un contexto más real.
3. Escoge actividades que te resuenen. Regálate la oportunidad de besar algunos sapos antes de encontrar el entrenamiento de tus sueños. Prueba diferentes opciones, desde el yoga hasta el levantamiento de pesas, y descubre qué actividades disfrutas y te hacen sentir más conectado y motivado.
4. ¿Motivación, disciplina o ambos? Frecuentemente, escucho de mis clientes: “Kari, comencé con entusiasmo, pero ahora me cuesta encontrar la motivación”. Cuando no hay ganas de entrenar, la disciplina puede ayudar a mantener el impulso y seguir adelante.
5. Encuentra tu gym partner. Al principio, tener un compañero de ejercicio puede ser beneficioso para mantener la motivación, la consistencia y el disfrute en tu rutina de entrenamiento.
6. Desvincula tu entrenamiento de tus estados de ánimo. Ya sea que te sientas feliz, molesto, triste o cansado después de un largo día de trabajo, debes entrenar, ya que es una práctica constante. No conviertas la ausencia en el gimnasio en una recompensa por el estrés del día o una forma de premiarte.
Me despido, alentándote a celebrar tus pequeños logros, incluso 30 minutos de ejercicio son mejores que una hora de inactividad. Recuerda: cada pequeño paso que damos nos acerca más a nuestro bienestar físico y mental.
Con cariño, Kari.
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