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Victoria Heurtematte: Amor por Panamá

Desde antes de que se estableciera nuestra constitución como país soberano, su apellido ha representado compromiso, entrega y servicio a Panamá; y es que su tatarabuelo, Manuel Espinosa Batista, fue miembro de la primera Junta de Gobierno en 1903; su bisabuela, doña Elisa Espinosa de Heurtematte, fue de las primeras voluntarias de la Cruz Roja panameña; y su abuelo, Roberto Máximo Manuel Heurtematte Espinosa, ocupó varios cargos públicos importantes a lo largo de su vida, y lo hizo siempre con independencia e integridad. Así que por sus venas corre el deseo impoluto de contribuir con el desarrollo de nuestra nación


Dulce Pérez Colmenárez. Fotos por Juan Vírgüez @capitolioproducciones

A Victoria se la escucha muy entusiasmada cuando habla de la Fundación Heurtematte, la cual nace en memoria de los pilares de su familia, que ha cosechado un importante legado de amor y servicio hacia Panamá. “A través de esta institución, apoyamos a organizaciones ya existentes que laboran en determinados ejes de acción, tales como la Cultura como medio de transformación social, el Empoderamiento de la Mujer, la Salud Sexual y Reproductiva. Este último punto ha sido muy importante para nosotros, ya que —al ser un área controversial— ha recibido poca atención a pesar de que las cifras del embarazo en adolescentes y las enfermedades de transmisción sexual sean actualmente alarmantes”.


Con relación a las ONG con las cuales ha tenido la dicha de trabajar, nos comenta que admira mucho el trabajo de la Fundación Calicanto y su programa Capta, por medio del cual se capacita y se promueve la superación personal en mujeres que viven situaciones de vulnerabilidad social. “Con Aplafa hemos trabajado diferentes proyectos como el de las Escuelas Saludables, que nos ha permitido dar respuestas educativas entorno a la salud sexual y reproductiva. También nos emociona la labor de Voces Vitales y su centro Las Claras en Felipillo, que rescata el proyecto de vida de adolescentes embarazadas, en su mayoría víctima de violencia o abuso”.

“Si empoderas a una mujer, empoderarás a su familia y comunidad. Acción que se traducirá en grandes cambios para Panamá”

Y es que para Victoria es muy importante la labor de las instituciones que trabajan por el bienestar de las niñas, adolescentes y madres. “Es imperante trabajar en cerrar la brecha de género, a fin de acabar con esta desigualdad que conlleva a la disparidad en la sobrecarga del trabajo, mortalidad materna, desequilibrio en las responsabilidades del hogar y violencia contra las mujeres”.


Por ello, uno de sus mayores sueños es vivir en un Panamá donde la mujer tenga las mismas oportunidades que los hombres. “Que pueda crecer y desarrollarse libre de violencia, contando con una educación de calidad; en donde no existan niños con hambre o víctimas de abuso, donde haya justicia y no exista la impunidad. Un país seguro, rico en cultura, más incluyente, con menos desigualdad y mucho más verde”.

“Si le cambias la vida a tan solo una persona, ya estás haciendo una diferencia”

Con este último punto demuestra su preocupación en cuidar el medioambiente, pues el cambio climático nos está ganado la batalla. “Lo bueno es que ya tenemos a un consumidor informado que, al momento de comprar un producto, querrá saber si la compañía es responsable con la naturaleza, qué tipo de empaque utiliza, si evita el uso del plástico… Me atrevo a decir que ser sostenible está de moda. Sin embargo, en Panamá nos falta mucho por hacer, a fin de apuntar a la nueva economía circular”.

“Mientras los panameños no entiendan la importancia de la educación y la conexión entre la falta de instrucción con la mayoría de sus problemas, es difícil que avancemos como país; y es que la educación es el mejor nivelador social que pueda existir”

Y siguiendo este amor por lo natural, también nos cuenta que ama el mundo ecuestre, pasión que forma parte del legado de su abuelo Roberto, quien participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se organizaron en nuestro país en 1938, donde obtuvo la medalla de oro para Panamá. La equitación, además, ha sido para ella una gran escuela, ya que le ha enseñado que “al caer, hay que levantarse de nuevo. Al depender de un animal, nunca podrás controlar ciento por ciento la situación, tal cual como ocurre en la vida real. También me ha mostrado que quién más persevera, alcanza más rápido los objetivos; y que detrás del éxito hay mucho, pero mucho trabajo y sacrificio”.


Hace dos años, su hija Emma empezó a montar, lo cual ha sido muy especial para Victoria. “Mi hijo Max demuestra más amor por los tractores, las palas y los rastrillos, aunque se entretiene mucho acompañándonos”. Otro detalle que le fascina es vestir una hermosa pollera, especialmente, por su significado. “Este atuendo representa nuestras tradiciones, además que te permite honrar el esfuerzo y dedicacion que hay detrás de su confeccion. En 2019 tuve la oportunidad de asistir por segunda vez al desfile de las Mil Polleras. Lo más lindo es que asistí con Emma y… ¡fue muy especial empollerarnos juntas!”.



Como has visto, Victoria es una excelente profesional y madre, roles que lleva a cabo con éxito gracias a la premisa de que debemos estar bien, para poder apoyar y atender a la familia. “Es importante atender a nuestros hijos y esposos, así como nuestras necesidades personales y profesionales. A veces inclusive nos toca atender temas que quedaron pendientes por resolver de nuestra infancia o adolescencia. ¡Nunca es tarde! Cada familia es un mundo, por lo que debe concebir su propio sistema de valores y definición de lo que es el éxito”.

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