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Hotel Panamonte: Un regalo para el alma

Ubicado en el centro de Boquete, flanqueado por las aguas del río Caldera y bajo las faldas del volcán Barú, este año cumple 107 años de fundado. Fue el primer hotel del pueblo, propiedad de Joseph Wright, quien comenzó en 1914 con una modesta pensión de 5 habitaciones conocida como el Pop Wright’s Hotel. En 1946, la propiedad fue vendida a la familia Elliot, oriundos de Suecia, quienes lo bautizaron como Hotel Panamonte, lo extendieron a 10 habitaciones y lo hicieron pionero en el concepto de hotel boutique, impensable para aquellos tiempos


Por Leticia Esteves Reyes | Fotos por la autora


Con el pasar de los años, la hija de Hans y Vera Elliot, Inga Elliot, y su esposo, Alfred Collins, se hicieron cargo de las instalaciones y en la actualidad es gestionado por la tercera generación de los Elliot, entre ellos Charlie Collins, quien ha hecho historia de la gastronomía panameña a través de sus investigaciones culinarias y recetas fusión, ondeando la bandera de la nueva cocina panameña, y ahora mismo el chef ejecutivo de T’ACH, el restaurante del hotel.


Actualmente cuenta con 16 habitaciones de belleza y magia particulares; entre ellas, dos suites plenas de historia por haber acogido a personalidades de renombre internacional como Richard Nixon e Ingrid Bergman. Tuve el privilegio de hospedarme en la suite que lleva el nombre de la actriz sueca, huésped del hotel en 1963. Una habitación enorme con dos camas matrimoniales, una salita interna y un atractivo sun room con vista al río. Conserva su piso de madera original, hermosos detalles suecos y una paleta de colores nórdicos que inspiran paz y tranquilidad.


Entre las amenidades del hotel se encuentra El Salto, el gastrobar con corazón de fuego que lo convierte en uno de los espacios favoritos de los clientes. En T’ACH puedes iniciar el día con pan casero fresco, confituras propias de la casa y café recién colado antes de escoger entre las opciones de desayunos incluidos u optar por uno a la carta. La oferta culinaria para almuerzos y cenas incluye platos elaborados con productos locales, que podrás maridar con los vinos de una de las mejores cavas de la región. Si lo prefieres, el chef puede organizar una comida privada y exclusiva servida en la intimidad de sus jardines. También puedes agendar eventos corporativos, bodas, primeras comuniones y cumpleaños. Si te interesa el senderismo, ecoturismo, avistamiento de aves, escalada de montaña, el tour del café o la buena mesa con productos locales en cocinas autosustentables, el hotel los agenda para ti.


Es un hospedaje con encanto donde conviven el refinamiento y la sencillez con magistral destreza. Su estilo conjuga una mezcla de las tradiciones nórdicas, el arte colonial sudamericano y la artesanía local panameña con buen gusto y atención a cada detalle. La calidez del personal del hotel y la atención personalizada te harán sentir en un ambiente acogedor entre impecables habitaciones, relajantes jardines y una cocina que invita a regresar. “Comer hoy en el Panamonte es todo un deleite gastronómico”.


Si estás buscando escapar de la humedad de la ciudad y el agite cotidiano a un lugar donde te vas a sentir consentido como en casa, ¡este es el sitio!


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