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Iván Chanis Barahona: Por una país de iguales

Se siente en paz y feliz al haber tomado la decisión de mudarse a la casa de sus abuelos en Las Tablas. Allí, la tranquilidad le ha permitido organizar mejor sus ideas, proyectos de trabajo y, sobre todo, darles rienda suelta a sus pasiones como el yoga, la naturaleza, una buena degustación y el hecho de lograr que las parejas del mismo sexo aspiren al matrimonio civil en Panamá


Dulce Pérez Colmenárez| Fotos por Frankie Andrade @frankieandrade

Para iniciar esta historia, debemos hablar del derecho al matrimonio civil para parejas del mismo sexo, el cual hubiéramos podido alcanzar antes que Costa Rica o Colombia, pero solo falta que los magistrados del país tomen la decisión. A raíz de ello, surgen personas valiosas como Iván Chanis, quien todos los días da lo mejor de sí para que este importante arbitraje se termine de tomar en Panamá.


Y es que, desde hace tiempo, Iván se ha propuesto como misión promover una vida digna para otras personas, objetivo que ha venido internalizando mucho más durante el tiempo que estuvimos en cuarentena. “Aprendí a valorar la familia, el contacto con la naturaleza y mantenerme en mi zen, gracias a la experiencia que tengo en meditación y en yoga”.


Otra pasión de Iván es cocinar y degustar un buen plato con pasta, ingrediente que no puede faltar en alguna cena especial. “He tomado algunas clases de cocina italiana mientras estudiaba italiano en Florencia, donde aprendí que, más allá de sentarse a comer, lo bonito es construir una historia a la que le dediques tiempo. En particular, cuando tengo algún invitado, le imprimo muchísimo amor y creatividad a mi comida, como una forma de expresar mi cariño hacia él”.

“Ya la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sido clara: la voluntad de las parejas del mismo sexo a casarse por la vía civil y formar una familia es un derecho, y los Estados están obligados a reconocerlo”

Ahora, a raíz de la pandemia, también ha aprendido que le encanta la jardinería, sembrar la tierra, reducir las emisiones de basura, valorar los pensamientos verdes, el arte y la creatividad. Pasiones que encuentran un punto de convergencia en una rama del saber: el derecho. “He trabajado para empresas privadas, la ONU, hasta para el Estado por casi diez años. Ahora mis actividades como abogado se centran en la sociedad civil y en consultorías internacionales, que puedo ofrecer desde la tranquilidad de Las Tablas, donde he dejado los grandes trajes por un look más fresco”.


Aire de libertad que le da más fuerzas y ganas de batallar por la igualdad en Panamá. “Hoy hay más personas visibles luchando por los derechos del movimiento LGBTIQ+. Sin embargo, el trabajo por parte del Estado sigue estando lento y hasta ha retrocedido por la pandemia. Por ejemplo, el tema de las medidas binarias de movilidad por sexo causó muchísimo daño, sobre todo en la comunidad trans, que tuvo problemas para acceder a elementos tan básicos como la alimentación o la medicina”.


Sin embargo, a pesar de estas circunstancias, Iván vio en ellas grandes oportunidades. “Al vivir por mucho tiempo en Estados Unidos, noté cómo los mensajes positivos, de estrategia, de coordinación, de litigio estratégico… lograron un giro trascendental en el movimiento por el matrimonio civil de parejas homosexuales. Tomando esto en cuenta, surgió la idea de impulsar aún más la Fundación Iguales”.

“Es importante enaltecer el liderazgo de muchas otras personas excepcionales con tanto o más capacidad que yo, porque seguramente generarán un cambio positivo. Además, fortalecerán y modernizarán tanto a Fundación Iguales como al activismo social de Panamá”

Institución que ha tenido la dicha de contar con la ayuda de grandes abogados y amigos como Fernando Berguido, Enrique Jelenszky y Carlos Ernesto González, con quienes ha hecho un trabajo impecable. “Así, tras un año de estudio, hemos logrado materializar importantes campañas como ¡Sí, acepto!, la cual ha hecho historia: llegó a espacios públicos y hasta la televisión nacional, lo que generó una conversación pacífica y de altura al mostrar que las parejas del mismo sexo tienen la misma cuantía que las heterosexuales, pues comparten valores, creen en la familia y en Panamá. La campaña está basada en escuchar los miedos de las personas y, sensibilizar sobre las diferentes realidades , para desarrollar mensajes que parten desde el amor y la comprensión”.


Así, la Fundación Iguales se suma un gran triunfo: ¡elevar la comunicación!, pues antes era muy difícil hablar sobre la comunidad LGBTIQ+ de Panamá en cualquier ámbito. “Ahora es parte de una conversación nacional, lo que logra que una nueva generación se empodere y sepa que se puede construir una sociedad mejor y sin estereotipos”.


El camino necesita labrarse aún más, así que la Fundación Iguales ya se prepara para celebrar el Día del Orgullo. “Vamos a tener un programa muy rico y diverso, a través de la educación, el arte y la conversación profunda sobre las problemáticas de la comunidad LGBTIQ+. También reconoceremos las luchas históricas de los individuos que nos antecedieron y han luchado sin descanso por conseguir una vida más digna en cualquier espacio de desarrollo personal. Además, hablaremos de las realidades que enfrentan otros grupos sociales: mujeres, afrodescendientes, jóvenes y adultos mayores”.


Extraordinarias actividades que se sumarán a nuevas acciones, debido a que Iván tiene un gran sueño: “Vivir en un en un Panamá donde todos podamos ser felices y encontrar un espacio físico, familiar y espiritual donde nadie tenga miedo de ser quién es; donde todo niño pueda crecer y no sufra violencia o tristeza porque es diferente o no entra en un canon estereotipado de cómo debe ser; donde cada persona pueda expresar las diferentes individualidades”.


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