Sintiendo la suerte de nacer entre dos eras, Diego crece en medio de letras, cultura, superproducciones y música, debido a su gran antojo por entretener al mundo
Stefany Amaro. Fotos por Juan Vírgüez
La pandemia hizo que Diego de Obaldía perfeccionara su receta predilecta: el pork belly, que cocinó por dos años todos los días y compartía a través de sus redes sociales para no sentir tan fuerte la soledad de aquellos días.
Entre pensamientos de que próximamente la muerte le llegaba, me cuenta que se sentía vikingo y esa necesidad de quererse más fuerte lo lograba con el pork belly, siguiendo las recomendaciones del régimen alimenticio keto (ketogenic diet), en donde predominan las grasas.
Para que quedara a la perfección, su secreto era preparar el rub (mezcla de especias y condimentos que sirve para aportar sabor a las carnes) al momento, moliendo diferentes ingredientes como cardamomo, laurel y Lakanto, un endulzante sin azúcar, natural y saludable. Esta técnica era su gran secreto, aunque la verdad ni él mismo lleva una receta exhaustiva de todo lo que molía al momento.
Entre olores mediterráneos, la conversación se profundiza y sus recuerdos de tantos días cocinando fueron claves para la creación de sus superproducciones teatrales como 1903: el musical. Una épica aventura de Amador Guerrero, María Ossa, José Agustín Arango y los próceres para independizar a Panamá y así lograr la construcción del Canal.
Esta historia es relatada con un tono y ritmos modernos (plena, trap, salsa, rock y hasta vallenato), para revivir la historia de nuestro país a través de 50 músicos, cantantes, bailarines y actores panameños en escena, obra escrita y actualizada con éxito por Diego, la cual estrenó su segunda temporada en el Teatro Nacional durante 2021 (y ya se prepara para la tercera en noviembre de este año).
Mientras me cuenta la receptividad que tuvo la pieza teatral, Diego procede a bañar el trozo del pork belly con una cerveza Balboa y, entre risas, me comenta que la marca siempre ha estado presente en su vida y en la de todos los panameños.
“La gente en pandemia que no cocinaba me escribía al ver mi pork belly: ‘Invítame, mándame salvoconducto’; y mis seguidores que se encontraban solos en su casa, al verme impregnar la carne con las especias que tenía en mano, me colocaban: ‘Quién no sería puerco para un masaje’”, me confiesa con tanta picardía que culmina sonrojado y muy apenado.
Ahora, en esta casa del vikingo moderno, vamos juntos al horno para sacar la monumental pieza de cerdo. Un corte perfectamente dorado con crunchie especial para compartir o, simplemente, disfrutarlo al estilo solitario como él solo lo sabe hacer.
Al terminar de degustar este delicioso plato, hablamos de su familia y me cuenta que su padre siempre le inculcó contar la historia de Panamá, por lo que me voy de su hogar satisfecha, inspirada y recordando este mensaje que compartió recientemente en su Instagram: “Tu mejor momento nunca pasa, tu mejor momento está por venir”.
¡Y es que Diego es inspiración en todos los sentidos!
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